dilluns, 24 d’octubre del 2011

Steve Jobs y la filosofía clásica

El creador de Apple actualizó conceptos como el "tetrafármaco", el 'memento mori', o el 'carpe diem' para ver la muerte como un agente de cambio

Muchos ven a Steve Jobs como el arquetipo del emprendedor que triunfa en un capitalismo competitivo y salvaje, habiendo conseguido que el isotipo de la manzana mordida esté en la televisión, el metro, las oficinas y los bares. Otros, sin embargo, consideran al creador de Apple un auténtico gurú, un visionario que acercó la tecnología al uso cotidiano, facilitando un cambio de paradigma que transforma radicalmente nuestra forma de comunicarnos y conocer.
Más allá de maniqueísmos, lo cierto es que Jobs crece en el movimiento contracultural, y la importancia que se le da a la espiritualidad en ese contexto afectaría para siempre a su concepción de la vida (cometiendo graves errores, también) y la tecnología. Una espiritualidad que manifiesta en el discurso que abría el curso académico en la Universidad de Stanford en 2005.
En uno de los tres bloques de su conferencia habla de la muerte, y de cómo le diagnosticaron un cáncer incurable, un tumor en el páncreas. El hecho de que durante unas horas pensara que tan sólo le quedaban seis meses de vida le transformó como persona, resituando prioridades, y reforzó el creador capaz de imaginar lo imposible.
Que Steve Jobs hablara sin tapujos de la muerte a los cientos de jóvenes estudiantes no era gratuito. Desde la filosofía presocrática la importancia de recordar la finitud de la vida ha sido fundamental para los pensadores, que insistían en insertar esa consciencia en el día a día de sus contemporáneos.
En este sentido se enmarca el "Tetrafármaco" de Epicuro de Samos, una suerte de receta que busca la felicidad (para Jobs, sería hacer lo que realmente quieres hacer) superando cuatro miedos principales que nos impiden llegar a ella: el miedo a los dioses, el miedo a la muerte, el miedo al dolor, y el miedo al fracaso.
Si repasamos el discurso del creador de Apple, los paralelismos son asombrosos. Respecto a los dioses - actualmente, los que te dicen qué se puede hacer y qué no -, Jobs invita a los estudiantes a que sigan sus instintos. El miedo a la muerte puede utilizarse como un activo, como un referente para no perder el tiempo en querer contentar a aquellos que no creen en ti. "La muerte es un concepto útil, pero únicamente intelectual. Nadie quiere morir. Pero la muerte es posiblemente el mejor invento de la vida", asegura el de Palo Alto. ¿Y el dolor? El dolor se afronta con valentía. Steve Jobs se pregunta: "si hoy fuese mi último día de mi vida, ¿querría hacer lo que hoy voy a hacer? Si la respuesta 'no' se repite demasiado, hay que cambiar". Por último, las referencias al miedo al fracaso son constantes. "Recodar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder", sentencia. "Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastéis viviendo la vida de otro", recomienda a los oyentes de Stanford.



Sócrates, incluso, aconsejaba "practicar la muerte diariamente". Aunque parezca algo evidente, el día a día nos va absorbiendo de tal forma que "olvidamos" nuestra condición de seres humanos y, por lo tanto, de animales que tienen un tiempo limitado. Jobs, con ironía, recordaba cómo cuando tenía 17 años leyó una sentencia que le marcaría para siempre: "si vives cada día como si fuera el último, un día tendrás razón".
La importancia de la muerte en la filosofía que se estaba forjando en Grecia viene, en gran medida, de la concepción pitagórica, y de la inmortalidad del alma. Aunque durante la vida el cuerpo y el alma permanecen unidos, una vez llega la muerte, el alma se reencarna en otros cuerpos, se desplaza gracias a lo que denominamos palingenesia (el samsara indio). ¿No es la obra - de un artista o de un tecnólogo - una forma de permanecer más allá de la muerte? ¿No son las ideas (innatas, para Platón) una manera de escapar de la desaparición física a la que todos estamos condenados?
Durante la misma ponencia, Steve Jobs insiste en dos conceptos claves: recordar que somos finitos y, precisamente por ello, lanzarse a aprovechar el tiempo limitado haciendo aquello en lo que creemos. Ser fieles a nosotros mismos, en definitiva. Esa mentalidad está recogida ya en dos tópicos latinos: el memento mori y el carpe diem.
Memento mori se puede traducir por "recuerda que morirás". Así, ser consciente de la fugacidad de la vida era fundamental para los ciudadanos de la Antigua Roma. Incluso, algunos militares iban acompañados de un siervo que les recordaba que, aunque estuviera celebrando una victoria, la muerte podía llegar en cualquier momento. Usar el poder de forma soberbia era uno de los riesgos en los que, como hoy sabemos, muchos cayeron, ignorando que sólo los dioses son inmortales.
Por otro lado, y aunque se ha desvirtuado mucho su significado original, el carpe diem de Horacio suele transcribirse como "aprovecha el día". Recurrente en la literatura universal, el tópico suele interpretarse como un canto al hedonismo y a dejarse llevar por los placeres de la vida, pero también refleja lo mismo que apunta Jobs: no dejar pasar el tiempo y apostar por aquello que te dicta tu voz interior. Somos finitos, y eso nos hace inmortales. Siempre que sigamos "hambrientos y alocados".


dissabte, 22 d’octubre del 2011

Se derrumba parte de un muro romano en las ruinas de Pompeya

Roma. (EFE).- Una parte de un muro romano del área arqueológica de Pompeya en Italia se ha derrumbado debido, al parecer, a infiltraciones de agua, informaron hoy fuentes de los carabineros.

El derrumbe se produjo a últimas horas de la tarde de ayer en la inmediaciones de la llamada Porta de Nola, en la zona norte de Pompeya, en la muralla del recinto arqueológico de la ciudad, sin que produjera daños personales.

La parte de muro derrumbado mide tres metros de larga, por un metro y medio de alta. La zona ha sido cerrada al público por seguridad y para permitir una evaluación de los daños y la reparación de la misma.

El accidente se produce casi un año después de que en noviembre de 2010 se derrumbara totalmente la Casa de los Gladiadores, poco después se produjeran otros daños en el patio de la Casa del Moralista y a primeros de diciembre se desplomaran otros dos muros debidos a las abundantes lluvias registradas en la zona en aquellas fechas.

La ciudad de Pompeya, a 235 kilómetros al sur de Roma, a donde acudían ciudadanos de todo el imperio a pasar temporadas de descanso, fue sepultada en el año 79 de esta era por una fuerte erupción del volcán Vesubio, que también arrasó las localidades de Stabia y Ercolano, importantes centros arqueológicos.

Durante siglos, Pompeya permaneció sepultada, hasta que por orden del rey Carlos de Borbón, el futuro Carlos III de España, comenzaron las excavaciones, que duran hasta hoy.

Media ciudad, que llegó a alojar a más de 20.000 personas, sigue todavía sin descubrir, según los expertos.

Cronos: Roma 2/2

Classes i professor/es de llatí

Heu vist la pel·li A tres metros sobre el cielo o heu llegit el llibre homònim del Federico Moccia? Recordeu la classe de llatí? Què en penseu? Perquè tothom té aquesta imatge del llatí? És avorrit? O el fem avorrit? Mireu el fragment i opineu.

Richard Strauss y su 'Elektra' estrenan la temporada en el Teatro Real


BENJAMÍN NÚÑEZ (PROGRAMA DE MANO) 14.10.2011

Comenzamos con un reportaje sobre la ópera "Elektra", de Richard Strauss con la que el Teatro Real ha comenzado su temporada lírica.

Mortier presenta la 'Elektra', de Strauss, en el Teatro Real

Es la segunda temporada que firma el director artístico del Teatro Real, Gerard Mortier, y la primera que ha sido diseñada exclusivamente por él.

Elektra se presenta con la orquestación original de Richard Strauss, que incluye nada menos que 110 músicos

Para la ocasión se ha elegido esta producción procedente del Teatro San Carlo de Nápoles con la orquestación original de Richard Strauss, que incluye nada menos que 110 músicos en el foso de la Orquesta Sinfónica de Madrid, la titular del Teatro Real, además del coro.

Este psicodrama expresionista que Richard Strauss compuso entre Salomé y el Caballero de la Rosa, tiene el libreto de Hugo von Hofmannsthal a partir de la Elektra de Sófocles.

Nos hablan de este importante título lírico del siglo XX el director musical Semyon Bychkov, el director de escena, Klaus Michael Grüber y una de las dos sopranos que alternan el papel protagonista, la estadounidense Christine Goerke.

dimecres, 19 d’octubre del 2011

Iesso, arqueología e historia para todos los públicos

Iesso, Ilerda y Aeso fueron las tres ciudades romanas más importantes de la Cataluña occidental. Estamos hablando de las actuales Guissona, Lleida e Isona. Se han conservado restos de las tres, pero en el caso de Iesso se ha desarrollado una importante tarea de interpretación y musealización, recientemente estrenada, que lo hace especialmente interesante.

El Parc Arqueològic de Guissona, adyacente al nuevo museo de la población, ofrece la posibilidad de hacer un viaje en el tiempo para entender y, lo que es más importante, sentir cómo vivía la civilización romana. El director del museo, Josep Ros, explica que la musealización de los restos arqueológicos, que ya eran por sí solos de los más importantes de Cataluña, permite al visitante "conocer, comprender y entender cómo vivían los romanos hace 2.000 años". Asimismo, incide en que "el nuevo museo atrae las emociones de los visitantes con recursos interpretativos". Éstos se sirven de imagen y sonido para dotar, si cabe, de más contenido los restos.

Uno de ellos es un audiovisual sobre una lápida funeraria de la que se sabe que fue dedicada por una madre a su hija, que falleció muy joven. También se recrea el interior de una casa señorial de la época gracias a un juego de luces y sombras. Y no sólo hay atractivos en el interior del museo, sino que los propios restos arqueológicos, situados junto al mismo, se han hecho visitables y se han interpretado para ser más comprensibles. Aquí destaca la señalización de la muralla, gracias a la cual el visitante puede hacerse a la idea de sus dimensiones originales.

Esta zona exterior se articula en cuatro áreas de interés, la más espectacular de las cuales es la 'natatio' o piscina descubierta, junto a las termas. También hay una bodega, una casa señorial y restos de la muralla y de una de las puertas de entrada a la ciudad.

Los restos fueron descubiertos en 1933 pero los trabajos arqueológicos se abandonaron más de 40 años, hasta 1975. Tuvieron que pasar 20 años más para que se declarara Bé Cultural d'Interès Nacional y se constituyera el Patronat d'Arqueologia de Guissona, con varias administraciones representadas, que ha gestionado los restos hasta ahora. +info

La apertura del parque ha sido otro gran paso en su historia, ya que permite visitar los restos de forma autónoma, sólo con la ayuda de un folleto, y atraer de nuevo al público familiar. De todos modos, el museo ofrece visitas guiadas si se pide cita previa. Ros explica que "entre semana recibimos bastantes grupos de visitas concertadas" y que "por ahora los sábados sólo abrimos por la mañana, pero estamos formando personal para poder ampliar la oferta de visitas guiadas". La entrada es conjunta para visitar tanto los restos como el museo.

diumenge, 16 d’octubre del 2011

Un nova recepta: κόκκωρα

En la pàgina de Re coquinaria ens donen a conéixer les receptes del món clàssic perquè les puguem preparar. En aquest cas són els κόκκωρα uns pastissets que es consagrava a la deessa Iris.


ADAPTACIÓ RECEPTA
Ingredients:
REBLERT
100 gr. de nous
40 gr. de figues seques
MASSA
250 gr, de farina
65 ml d'oli d'oliva
90 ml d'aigua
DECORACIÓ I PRESENTACIÓ
90 ml de mel
Elaboració:
Barrejar tots els ingredients necessaris per fer la massa en un bol. Amassar fins aconseguir una massa lleugera i suau (si fos necessari es pot afegir més aigua o farina). Deixar reposar la massa durant aproximadament una hora. Mentrestant picar o moldre les nous i les figues.
Quan ja tinguem la pasta la aplanem el més fi que puguem sense trencar-la. A continuació tallem cercles que emplenarem amb les nous i les figues. Els donarem forma de bossetes ben tancades. Fregirem cada bosseta en abundant oli d'oliva fins que estiguin cruixents i daurades. Les col·locarem sobre un paper de cuina perquè absorbeixi l'oli restant.
Servirem els pastissets coberts de mel tèbia.




A veure qui és el/la primer@ que s'atreveix a posar-ho en pràctica.

dissabte, 15 d’octubre del 2011

Roma caput mundi

Robert Hughes halló, para nuestro asombro, lo que de Roma no sabíamos. El encanto de su libro proviene no sólo del recuerdo de lo sabido, siempre reconfortante, sino de las sorpresas de lo ignorado.

Buscas a Roma en Roma, ¡oh peregrino!, y en Roma misma a Roma no la hallas". Robert Hughes ha tenido la temeridad de salir en busca de Roma. Y halló, para confirmación de nuestro deleite, lo que de Roma ya sabíamos. Pero halló, para nuestro asombro, lo que de Roma no sabíamos.

Sabíamos de la legendaria fundación por Rómulo y Remo, amamantados por una loba. La Guerra Púnica y la Ley de la República. Julio César, los Idus de Marzo y el imperio de Augusto. La decadencia del imperio, el triunfo del cristianismo, el Papado y el exilio en Aviñón. La Roma del Renacimiento, Brunelleschi y Donatello, Alberti y Da Vinci, Rafael y Miguel Ángel. San Pedro, la Capilla Sixtina, la Última Cena. El Barroco, Caravaggio y Bernini. La Piazza Navona, la Fuente del Tritón, Piranesi. El turismo del siglo XVIII, Goethe y Winckelmann. Canova (y Paulina Bonaparte). Napoleón, en efecto: "Italia es sólo una expresión geográfica". El regreso del pasado, la unidad de Italia, Garibaldi, Pío Nono, los ultramontanos, D'Annunzio, el futurismo y el fascismo. Mussolini, la guerra y la república.

Hughes nos hace felices de saber todo esto, de saberlo como él y de hacerlo parte de una cultura compartida. Pero el encanto de este libro proviene no sólo del recuerdo de lo sabido, siempre reconfortante, sino de las sorpresas de lo ignorado. Es esto lo que le da su peculiar sabor a la Roma de Hughes. Por ejemplo: la loba es antigua pero Rómulo y Remo, bebiendo su leche, datan apenas -como esculturas- del siglo XV y son debidas al artista florentino Antonio Pollaiuolo. Los sacerdotes antiguos -los Flamens- no podían usar nudos en su ropa. Julio César llegaba al Capitolio con cuarenta elefantes, cada animal con una antorcha en su trompa. Cleopatra no era ninfomaniaca. Nerón y su pandilla recorrían las calles golpeando y arrojando a las alcantarillas a los pasantes. La primera inscripción en italiano vernáculo es "hijo de puta" y se refiere al clero cristiano. El emperador Constantino "hirvió" a su esposa en un aposento ardiente. ¿Qué era el misterio cristiano de la Trinidad? ¿Tres personas en un carruaje o tres carruajes en una persona? Las catacumbas romanas sepultaron a casi un millón de fieles cristianos. Hay dos prepucios de Jesús en sendas iglesias. ¿Cómo distinguir a un cátaro de un católico? Matándolo: Dios lo reconocerá.

Al despuntar el Renacimiento, el Foro Romano era un campo vaccino, de pastar vacas. Brunelleschi y Donatello rescataron los huesos de la ciudad eterna. El primero intentó la perspectiva lineal en el arte. El segundo se rebeló contra la "avaricia" del presente hacia el pasado. Y diseñó la Fuente de Trevi, en tanto que el Bramante unió su genio a los de Rafael y Miguel Ángel, decidido a "deshacer el pasado y crear un nuevo infierno". Hay aquí una cima de la cultura romana que, en seguida, el Papado se empeña en disminuir. El Juicio Final de Miguel Ángel es un "cocido de encuerados", declara el Papa Paulo IV. Pío V manda ponerles calzones a algunas figuras desnudas. Clemente VIII quisiera cubrir con cal toda la Capilla y un pintor llamado "Braguetón" se encarga de ponerle pañales al arte.

"Dios nos ha dado el pontificado. Gocémoslo", declaró León X, dueño de un elefante manso y vendedor de muebles, joyas y vajillas del Vaticano al mejor postor. O sea: la gran creación cultural se mezcla en Roma con la "pequeña historia" de la excentricidad, la mentira, la exageración que, al cabo, se resuelven en el movimiento reformista y la figura de Martín Lutero.

La Roma del siglo XVII, dice Hughes, era una ciudad fantasma con monumentos. El Papa Sixto V, autoritario, atacó y mató a ladrones y matones. A las prostitutas, las condenó a ser marcadas en la cara o en los senos. Reclamó un derecho de dominio eminente, tanto secular como religioso, sobre los edificios eclesiásticos. Quiso crear en Roma un anti-estado teocrático. La bancarrota del Papado, la taxación "feroz", sólo atestiguaron la decadencia de Roma, salvado en última instancia por el arte de Caravaggio, el "anti-Miguel Ángel". Caravaggio, maestro del gesto, desarrollador de la manera de moverse, sentarse, morirse. "Monstruo del genio", muerto por la fiebre a la edad de treinta y nueve años. Nadie lo sucede, salvo los españoles Diego Velázquez y José de Ribera.

Roma se vuelve arquitectura. Una arquitectura escultórica: Bernini y "el efímero barroco", Borromini. Roma se convierte en ciudad para turistas. A pesar de su "contagiosa falta de moral", de sus mujeres "tan descaradas que no pueden ser consideradas seres morales". Ciudad de parásitos, indigna de "una persona inglesa". Sólo Goethe, ya famoso a los veinticuatro años de edad, restaura la atracción de Roma. Los viajeros del norte inventan una "Roma paralela", "permanente y para siempre perdida". Las ruinas hablan y Piranesi las imagina como un laberinto sin salida posible: Roma es la imaginación de Roma.

Hughes describe con vigor el movimiento -igualmente vigoroso- de la Italia decimonónica hacia la unidad y el reino -1861- de Vittorio Emmanuele, "un imbécil deshonesto que le miente a todo el mundo", escribe un diplomático inglés. Pero el arte, ¿no es la verdad de la mentira? La recuperación estética de Roma por los romanos ocupa la parte final del muy interesante libro de Hughes. Tras la derrota de Mussolini, la fundación de la República en 1946 y nuestros días, Hughes llega a un desencanto -justificado- con un país que le da el poder a un pícaro bufón como Berlusconi.

-¿Por qué?, le pregunto a un amigo italiano.

-Bah, porque se parece a nosotros.

No lo creo y el libro de Hughes lo demuestra. Pocas ciudades del mundo tienen un pasado más rico que Roma. Como mexicano, me ufano de que mi ciudad, México-Tenochtitlán, haya sido fundada en 1325. O sea: la ciudad viva más antigua de las Américas es apenas nieta de la antiquísima Roma. Disiento, empero, de la esperanzada culminación de Hughes en La dolce vita de Fellini. Italia ha demostrado otras, acaso más grandes, logros visuales en Rossellini, el trío de la guerra y el Viaje en Italia (1953). De Sica, Visconti, Monicelli. Roma y su imaginación aún nos darán sorpresas visibles. "¡Oh Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura, huyó lo que era firme y solamente lo fugitivo permanece y dura".

Roma. Una historia cultural. Robert Hughes. Traducción de Enrique Herrando. Crítica. Barcelona, 2011. 608 páginas. 32 euros. Carlos Fuentes ha publicado recientemente el libro de relatos Carolina Grau (Alfaguara. Madrid, 2011. 184 páginas. 16,50 euros) y el ensayo La gran novela latinoamericana (Alfaguara. Madrid, 2011. 440 páginas. 18,50 euros).

dijous, 13 d’octubre del 2011

"Trajano sabría cómo solucionar la crisis actual"


JACINTO ANTÓN - Barcelona - 13/10/2011

Se acerca uno a la nueva obra de Santiago Posteguillo con el recelo de un gladiador novato enfilando la entrada de artistas del Coliseo. Los asesinos del emperador (Planeta) es un novelón de ¡1.190 páginas! que pesa como una piedra del muro de Adriano y constituye solo la primera parte de una trilogía sobre el predecesor de ese emperador, el gran Trajano (53-117). Posteguillo, lanzado a la fama con sus tres anteriores novelas, tan monumentalmente romanas como esta, que recreaban la vida de Escipión El Africano, no se pone por menos. Pero se abandonan pronto las prevenciones: Los asesinos del emperador es muy emocionante y resulta imposible dejar su gozosa lectura.

Posteguillo ha puesto todos los ingredientes para crear una aventura espectacular, en cinemascope, sin dejar de ser rigurosamente histórica, un épico friso de 35 años del Imperio Romano, desde la época de Nerón hasta el ascenso de Trajano -nueve emperadores en total-. Entre las cosas que aparecen en la novela, un ejército germano que se ahoga entero al romperse la capa de hielo del Rhin, la toma de Jerusalén por Tito, la aniquilación de la Legión V Alaudae por los recios dacios en el bosque de Tapae, luchas de espeluznante dramatismo en el anfiteatro, un brutal bestiario -el especialista en fieras- que unta a las condenadas con sangre de leonas en celo para que los leones excitados (!) las maten tratando de montarlas -sí, Posteguillo sabe cómo sacarle punta a la antigüedad-, una pelea salvaje entre gladiadores y pretorianos en la Cloaca Máxima o una princesa que se esparce polvo de oro en los pezones para excitar al emperador..., ¡toma Roma!; incluso sale el apóstol Juan, y una cosa nunca vista: un strip-tease en latín (la chica se quita prenda a prenda desde la stola hasta la tunica intima).

En el centro de este primer volumen, los Flavios y el degenerado, monstruoso Domiciano. "Todo ese mundo ya es el de Trajano, que fue legado en las legiones antes de emperador", dice Posteguillo. "Aquí, en esta primera entrega, muestro cómo fue su camino al trono, la carrera increíble de alguien que ni siquiera había nacido en Roma sino en Itálica, un hispano. Para entenderlo hay que empezar 40 años atrás, y así lo he hecho". El autor no quería repetir la estructura cronológica que empleó con Escipión. "Entonces, escarbando, me encontré con un regalo de la documentación: Suetonio dice que se contrataron gladiadores para matar a Domiciano. Es lógico, ¿qué mejor que un profesional para ejecutar un magnicidio? Me pregunté quién habría aceptado un encargo así, y de ahí me salió el personaje de Marcio". La novela arranca en el año 96 con los preparativos para matar a Domiciano y de ahí salta en el tiempo atrás y luego adelante.

¿Por qué Trajano? "Es un gran desconocido para el público en general que conoce bien el final de la República y el cogollo de los Claudios -Calígula, Claudio, Nerón- por Graves, Sinkiewicz o Collen McCullough, épocas muy bien noveladas ya. Y sin embargo, como a Escipión, a Trajano se le ha dejado injustamente de lado. En escribir sobre él hay también algo de coherencia interior mía. Escipión es el momento en que Roma emerge como gran potencia, el salto natural era a su máximo apogeo, que no es Augusto, sino Trajano". Así que tras considerar que los Antoninos "son un poco sosetes", Posteguillo nos lleva tras las águilas de Trajano.

"Trajano tuvo como general una gran capacidad de supervivencia en un entorno hostil. Respetaba a los subordinados. Era un gran militar, con agallas. Fue buen gobernante; en una época de gran crisis política, militar y económica supo sacar a Roma de ellas. Hizo política de empleo de manera quizá discutible, enviando a los parados de entonces a las legiones. Hoy habría sabido qué hacer. Era competente. Su vida íntima, a diferencia de tantos emperadores, como Adriano, no afectó al Estado". Y tuvo un buen sucesor. "Bueno, a Trajano en realidad Adriano no le gustaba mucho; Adriano se cepillaba a su mujer, Plotina; a mí me cae mal, acabó el sueño de Trajano de una Roma más grande".

Últimamente los gladiadores tienen una presencia enorme en cualquier historia de romanos, ¿no es excesivo? "Eran los futbolistas de hoy en día, solo que en la actualidad en el fútbol no hay tanta sangre, si exceptuamos a Mourinho". ¿Qué hay de nuevo en su novela con respecto a la anterior? "Ahora cuido más los personajes femeninos. La gladiatix sármata Alana, por ejemplo. O Domicia Longina: es la persona que más me hubiera gustado entrevistar. Las mujeres son las grandes tapadas de la historia".

dimarts, 11 d’octubre del 2011

Cronos: Roma

Mentre no trobo l'opció d'inseriu-vos el vídeo, us deixo l'enllaç per gaudir del magnífic programa Cronos que va explicar la grandiositat de la civilització romana. Mentre no ho puguem veure in situ, ens conformarem amb les imatges.

http://www.tv3.cat/videos/3741130/Roma

dilluns, 10 d’octubre del 2011

Els clàssics a les programacions teatrals


La violación de Lucrecia

Pese algunos desajustes en la dirección – a cargo de Miguel del Arco – lo que hace Núria Espert en el Teatre Lliure de Gràcia es una proeza. La actriz interpreta sola, durante 75 minutos sin pausa, a todos los personajes de La violación de Lucrecia, de William Shakespeare.

La pieza, que ya ha sido representada en el Festival de Teatro Clásico de Almagro o en el Temporada Alta, cuenta la tragedia de Lucrecia. El etrusco Tarquino viaja a Roma para tentar la fidelidad de la esposa de su amigo Collatinus. A media noche, y mientras Lucrecia permanece dormida, la viola. Ésta, destrozada, llama buscar a su esposo para confesarle el nombre del agresor y, acto seguido, suicidarse.

Espert, que ya ha cumplido los 76 años, se hace cargo de un texto dificilísimo. ¿Por qué alguien tan consagrada como ella, a estas alturas de su carrera, se arriesga de esa manera? La respuesta sólo puede ser una: el teatro es una forma de estar-en-el-mundo, no únicamente el oficio al que ha dedicado su vida. Respira escena y, por ello, sale triunfadora del enorme reto. En Girona, tal y como reconoce en una reciente entrevista de Justo Barranco, sufrió una dolorosa inflamación de sacro. Salió igualmente a actuar. "Si me hubieran dicho 'te pones la cortisona y después de la función te morirás' también la habría hecho", afirma.

Miguel del Arco resuelve bien la cuestión del espacio. Con únicamente una mesa y una silla, y una amplia cama con unas telas que la cubren, consigue que Núria Espert se mueva fluidamente y no deje ni un solo vacío. Pero el director decide comenzar la obra con un juego metateatral (nos enseña a una actriz que habla por móvil y que dice que se queda en casa para ensayar La violación de Lucrecia de Shakespare) que después no cierra y, por lo tanto, no se entiende. Tampoco funciona en algunos momentos el cambio de roles, de personajes. Espert es víctima y verdugo, y eso se pretende narrar cambiándole la bata que lleva. Pero es en el clímax de la pieza - durante la misma violación –cuando la solución por la que se opta hace que se pierda parte de la fuerza de la propuesta. Un audio de gritos y quejas substituye lo que Núria Espert puede ofrecer con un gesto, con algunos de los maravillosos matices que sí pueden disfrutar los espectadores durante el resto de la obra.

Son detalles que no merman, de todos modos, el acontecimiento que estamos presenciando. Los amantes del teatro del texto están de enhorabuena, viendo cómo la escena sigue siendo una aventura honesta y sincera, valiente y - por todo ello - auténtica e insustituible. Núria Espert nos regala, sin parafernalias, su inagotable sabiduría.

F3DRA

La joven dramaturga Marilia Samper (Sao Paulo, 1974) recibió el encargo de la compañía Q-Arts Teatre para crear una pieza con los únicos requisitos que hubiese en ella dos Fedras y un tercer personaje que interpretara a Sarah Kane, autora británica de culto que escribió, entre otras piezas, Phedra's love, y acabó suicidándose en 1999.

El excelente resultado se puede ver hasta el 9 de octubre en la sala Beckett de Barcelona, bajo la dirección de Pep Pla. La libertad creativa, a veces, también nace de los mínimos parámetros del encargo, y Samper es capaz de hilvanar una triple trama que nos interpela, que habla de nosotros y de nuestros vecinos, y que tiene el "impulso autodestructivo llamado eufemísticamente amor" como centro de operaciones.

La obra comienza antes de que el público se siente en las butacas. Nos están contando una tragedia, pero no es ajena al mundo por el que nos movemos. Encienden una cerilla y, mientras la llama dure, podremos soñar. La propuesta lleva como subtítulo una canción de Ben Harper, Pleasure and Pain, que reza: "he conocido el placer, he sentido el dolor y sé que nunca volveré a ser yo mismo". Las cerillas siempre se apagan.

El texto tiene presente el Hipólito de Eurípides y la Fedra de Racine. Pero las escenas son del ahora, del entorno inmediato. Fedra es una camarera (Freddy) que se enamora de su cuñado, con el que trabaja en un bar. Fedra es Vera, una actriz venida a menos que ahoga su vejez en el alcohol y la decadencia. Fedra es, al mismo tiempo, la propia Sarah, que se enamora de la vieja intérprete borracha y, al ser rechazada, tiene que ser hospitalizada en un centro psiquiátrico. Qué grandes están las tres actrices.

F3DRA es una propuesta deliciosa, dura, punzante. El rol del único actor de la obra, Jaume Madaula, tiene como objetivo entrelazar las tres historias. Reto que tanto la autora como el director consiguen con maestría. Sólo con ponerse una bata blanca, una camiseta de promoción de una conocida cerveza, o un albornoz, el intérprete se convierte en una pieza de engranaje que nos traslada por los tres escenarios fundamentales: la barra del bar, la cama del manicomio y el camerino de la vieja actriz.

Además, y sin que se resienta la inteligibilidad de la obra, somos testigos de un cuidado juego de metateatro. Sarah le promete a Vera que escribirá una Fedra para ella, y por ese motivo visita el bar en el que trabaja Freddy, viéndola ya como una versión actualizada del mito griego. Fedra, en cualquiera de sus posibilidades, opta por el amor equivocado, por el camino hacia el abismo. ¿Por qué escoge a su Hipólito? ¿Por verdadero amor o por capricho? Y la pieza sigue escribiéndose ante nuestra mirada...

Todas las obras tienen momentos prescindibles. Incluso ésta. No se entiende por qué tiene que ponerse a cantar Freddy en medio de la tragedia. No se comprende que al camarero le entre el impulso repentino de convertirse en un cantante de rap. Pero, comparado con la fuerza del conjunto, son anécdotas sin importancia. La calidad del texto lo perdona todo.

La violencia y la soledad están por todos sitios, por todos los poros de las relaciones humanas... La camarera es agredida por su marido, un soldado herido que le pega a diario. Cuando ella confiese sus sentimientos a Billy, su cuñado, éste la rechazará y justificará los malos tratos. También Sarah es rechazada. Y Vera, ya fuera de control, acaba agrediendo en escena a una atractiva actriz. Posee la juventud que ella tanto anhela. Por eso, besa a las esculturas de piedra, que se mantienen inmóviles ante el paso del tiempo.

Sarah deja de comer y escribe compulsivamente. "Voy extendiendo la muerte por allí donde paso", asegura. "Sólo salváis a los cuerpos, no a las personas", se queja cuando le neutralizan con fuertes calmantes. El telón de su vida quiere bajar cuanto antes. El eros se ha convertido, irremediablemente, en thanatos. Y el dolor sopla la última cerilla que quedaba encendida.


Patrimoni en perill

Barcelona / Tarragona. (Redacción).-
Por desgracia, lo ocurrido con el mural de Guinovart no es un hecho aislado. Hay otros ataques al patrimonio artísticos de inmuebles - como se observa en estas construcciones de Barcelona y Tarragona-,con el agravante de que en ocasiones se producen en edificios públicos.

"Hay una falta general de sensibilidad por parte de algunos particulares y también de instituciones y, además, se produce una contradicción al aplicar la legislación en cuestiones como la seguridad o la viabilidad en ámbitos históricos; no suele haber protocolos claros", mantiene Jordi Rovira, presidente de la Reial Societat Arqueològica Tarraconense.

Esta entidad, dedicada al estudio, pero también a velar por la conservación del patrimonio histórico en Tarragona, denuncia regularmente y de forma pública las agresiones que se registran en monumentos y obras de arte: "Muchas veces sale más caro carecer de esa sensibilidad y luego tener que reparar las cosas", afirma Rovira, quien añade que en muchas ocasiones "la seguridad o la iluminación han primado por encima de la estética".

El abandono del Laberint de Horta
La primera imagen que se encuentra el visitante que acude a los jardines del Laberint de Horta es la de un edificio señorial completamente destartalado. Se trata del palacio de Alfarràs, que languidece, aguantado por andamios, mientras su parte posterior se va desmoronando sin que en estos años de abandono se haga nada para remediarlo. En 1994 se restauró una parte del edificio para instalar en ella una escuela de jardinería de Parcs i Jardins y una biblioteca. El resto se dejó tal cual, y se cerró el paso al público para evitar males mayores.

La ‘tradición’ de la plaza del Fòrum de Tarragona
Son las fiestas del Roser en el casco antiguo de Tarragona. Toca divertirse, y cada año se instala un escenario para los conciertos nocturnos. Ni más ni menos que encima de los restos de lo que fue el foro provincial de Tarraco, una de las plazas más extensas del imperio romano. Si el escenario fuera un poco más estrecho, podría apoyarse en el pavimento nuevo y no se correría el riesgo de dañar las piedras milenarias. “Pero siempre se ha puesto así...”, argumenta uno de los vecinos que colaboran en la organización de estas fiestas. La vida diaria en el barrio y la sensibilidad para conservar el rico patrimonio que atesoran estas calles y plazas no siempre andan en la misma dirección.

Un pisito para ‘El Trinxeraire’
En la ronda Universitat de Barcelona, justo donde nace la calle Pelai, se levanta un conjunto escultórico: la fuente de ‘El Trinxeraire’. Fue diseñada por Josep Campeny i Santamaria en el año 1919. Hoy, parece que al pilluelo le han montado un pisito. Un armario-caja de servicios justo al lado parece puesto para que el chico guarde la ropa, y un quiosco cerrado y sembrado de cartones agrava la sensación de abandono. Además, los dos elementos puestos al lado están profusamente trabajados por los grafiteros.

Esgrafiados que van desapareciendo
En el número 30 de la calle Avinyó de Barcelona se levanta una casa catalogada construida en el siglo XVIII que originalmente constaba de planta baja, principal y dos pisos. Sus paredes estaban decoradas con esgrafiados. En el primer tercio del siglo XX el inmueble fue reformado: se añadió un piso y se colocaron balcones que ya tapaban la ornamentación. Ahora el edificio está siendo remodelado, pero los esgrafiados son apenas visibles.

Cables eléctricos frente a laTorre dels Escipions
Hace doce años se anunció a bombo y platillo la remodelación de los accesos y del entorno de la Torre dels Escipions (un monumento funerario del siglo I, ubicado junto a la N-340 a su paso por Tarragona). La actuación incluía el soterramiento de los cables eléctricos que distorsionan la visión del monumento, declarado de interés nacional. Sin embargo, los cables siguen allí y todavía no se ha concretado la fecha para eliminarlos.

Cableado en la obra de Puig i Cadafalch
El actual palacio número 7 de la Fira de Mostres –los palacios de Alfonso XIII y Victoria Eugenia– fue obra de Puig i Cadafalch, quien además decoró sus paredes con esgrafiados que representaban unas columnas. Pues bien, entre dos de ellas, perfectamente visibles, alguien abrió un agujero para hacer pasar los cables de la luz, que son también perfectamente visibles. Estas conducciones también se pueden observar sin problemas en la parte baja de la pared, con el agravante de que parece que la obra se ha quedado a medias. Estos trabajos inconclusos se sitúan muy cerca del pabellón Mies van der Rohe.

Roma

diumenge, 9 d’octubre del 2011

Els secrets de la diabetis, a la necròpoli romana de Tarragona

Un projecte europeu amb la participació de l'ICAC analitzarà l'ADN de més de 2.000 cossos d'època tardoimperial
L'objectiu és buscar-hi l'arrel d'una forma d'aquesta malaltia endèmica a la zona
08/10/11 02:00 - Tarragona - Azahara Palomares

Els cossos provenen de la necròpolis de Tarragona, una de les millor conservades Les restes arqueològiques de la Tàrraco romana no sols guarden informació sobre el passat imperial de la ciutat de Tarragona. Un projecte europeu d'investigació, en el qual participa l'Institut Català d'Arqueologia Clàssica (ICAC), hi buscarà a partir d'aquesta tardor respostes per a la medicina actual. En concret, els 2050 cossos d'entre els segles III i VI que es van localitzar a la necròpoli paleocristiana de la ciutat, a la vora del riu Francolí, se sotmetran ara a una anàlisi d'ADN per tal rastrejar l'origen de la presència endèmica de la diabetis de tipus 2 a Tarragona.
Aquesta malaltia, que té un origen genètic, es diferencia de la diabetis de tipus 1 pel fet que els que la pateixen ho fan a partir dels 40 anys i, a més, en principi no necessiten injeccions d'insulina. A Tarragona, i també a Catalunya, aquesta varietat planteja la incògnita de la seva elevada presència, que ara s'intentarà resoldre investigant els avantpassats potser més famosos dels tarragonins a la recerca de la seva continuïtat històrica.
Aquesta investigació serà la protagonista de la línia catalana del projecte europeu Medigene, que coordina la Universitat de Montpeller, i en el qual aquí participaran, a banda de l'ICAC, el centre de recerca biomèdica sobre diabetis Ciberdem i la UAB. En total, la iniciativa tindrà un pressupost de tres milions d'euros.
“Serà el primer cop que es crea un banc d'ADN de l'antiguitat. Això obre la via a molts altres estudis, a banda d'aquesta investigació en concret”, va destacar ahir la directora de l'ICAC, Isabel Rodà. Els cossos que s'analitzaran es conserven entre les instal·lacions de la necròpoli paleocristiana de Tarragona (tancada al públic des del 1994) i els magatzems del Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT), que ha col·laborat també en la iniciativa. L'arqueòleg de l'ICAC Josep Maria Macías serà l'encarregat de coordinar la tasca de recerca arqueològica que es desenvoluparà en el projecte.
Actualment ja s'està treballant en la classificació de les restes humanes que s'analitzaran, i de les quals s'obtindrà la informació genètica a partir de les dents o els caps del fèmur. El mes vinent està prevista la primera reunió de totes les parts implicades en aquest projecte d'abast europeu a Montpeller, i la recerca de camp es calcula que s'allargarà durant tres anys.
La directora de l'ICAC, entitat d'on ha sorgit la iniciativa de combinar passat romà i biomedicina, va subratllar la importància que es desenvolupi una arqueologia que “connecti amb el món actual”.
LA XIFRA
3
milions
és el pressupost del projecte europeu Medigene. A Tarragona la recerca durarà tres anys.
Posar cara a una família de Tàrraco
L'ICAC vol aprofitar el projecte per estudiar un petit mausoleu familiar que es va localitzar sota l'amfiteatre romà de Tarragona, i on hi ha enterrats vuit o nou persones que van viure entre els segles II i III. L'objectiu és poder analitzar els vincles familiars entre aquests morts i aconseguir també la seva reconstrucció facial. Tarragona és una de les ciutats amb més restes romanes sobre el món de la mort, amb la necròpolis paleocristiana més extensa conservada de l'Imperi Romà d'Occident.

dissabte, 8 d’octubre del 2011

La vil·la romana de la Sagrera

La vil·la romana de la Sagrera



El Mèdol



La pedrera romana del Mèdol és un jaciment poc conegut però ben especial, situat a peu d’autopista, entre Altafulla i Tarragona. Es tracta de la pedrera que els romans van fer servir, ara fa uns dos mil anys, per extreure la pedra amb què van construir alguns dels edificis més importants de l’antiga Tàrraco.


Arran de l’incendi de l’estiu del 2010 al turó de Sant Simplici, van quedar visibles noves evidències relacionades amb aquest jaciment. La més singular és un nou front d’uns 100 metres de llarg, però també ha quedat a la vista una amplíssima part d’un front romà que ja es coneixia, i uns abocadors de resquills.

Aquesta primavera, i aprofitant els treballs de neteja del bosc cremat que ha fet Abertis, propietària del terreny, ja hem fet un seguit d’actuacions arqueològiques. Començant per documentar els elements que abans estaven tapats pel sotabosc i també els talls artificials a la roca mare que abans no eren visibles. És a dir, fent-ne l’alçat i la planimetria.

I el pas següent serà analitzar els blocs i les traces d’extracció d’aquesta pedrera per saber del cert si la part nova també és d’època romana: seria tot un descobriment! Per saber-ne més i descobrir què fan els arqueòlegs de l’ICAC, no us perdeu aquest vídeo (minut 4.18′) de l’Espai Terra de TV3. I sobretot, us recomanem que l’aneu a visitar!




L'ICAC . L’Institut Català d’Arqueologia Clàssica.

dimarts, 4 d’octubre del 2011

Messi és Juli Cèsar... com?

L'últim programa del Crakòvia vam poder veure un gag sobre el Messi. Què en penseu, de què tracta?

diumenge, 2 d’octubre del 2011

Romanos en altitud esquiable

Una cabaña hallada en Queralbs a 2.150 metros es el lugar más alto que se conoce al que llegó Roma

JACINTO ANTÓN - Barcelona - 02/10/2011

Las águilas de Roma volaban alto, pero sus ciudadanos, pese a las siete colinas, no tanto. A los romanos, hombres de ciudad y de campo cultivable, de llanura, no les gustaban demasiado las montañas y mucho menos las altas, lugares habitados por seres divinos o legendarios generalmente quisquillosos. Las legiones, por su lado, preferían siempre luchar en terreno plano, donde les era fácil desplegar su puño de hierro, y pese a algunas referencias sobre unidades especiales que habrían precedido en 2.000 años a los famosos cazadores alpinos del ejército italiano, está muy poco documentada la existencia de tropas adiestradas específicamente para combatir en zonas montañosas. Las construcciones romanas en puntos muy elevados no son abundantes y en lo más alto prácticamente inexistentes. Por eso el reciente hallazgo de una ocupación en el Pirineo catalán a 2.150 metros de altura resulta algo extraordinario.

Raquetas de nieve para las legiones

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El yacimiento se relaciona con una actividad ganadera, quizá una quesería

Se trata de un pequeño edificio de piedra, una cabaña, un asentamiento estacional -de verano-, pero estable, que ha sido excavado en el curso de una investigación dirigida por Josep Maria Palet, del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC). En el recinto, ubicado en el valle de la Coma de Vaca, en el término municipal de Queralbs (Ripollès), ha aparecido una gran cantidad de material cerámico, alguno de desconcertante calidad, que permite datar el yacimiento en una cronología que va de finales del siglo I al II de nuestra era.

Esta insólita presencia romana a tan gran altura se relaciona con una actividad ganadera especializada, seguramente una quesería. "Los romanos estaban allá donde había posibilidad de explotar recursos, pero parecía que se habían detenido ante la alta montaña", señala la arqueóloga Isabel Rodà, directora del ICAC mientras le sirve una coca-cola a Palet en su piso barcelonés, que ha sufrido una inundación y parece Pompeya pasada por agua. "Y entonces ¡aparece sigillata africana a más de 2.000 metros!". La sigillata es la característica cerámica roja de las vajillas de calidad romanas. "Vajilla fina romana, y también vidrio". Rodà subraya: "Evidentemente, un romano se llevó allá arriba un trozo de su civilización". ¿Cómo se explica? "No lo sabemos, quizá alguien que tenía una residencia abajo pasaba jornadas aquí, acaso un encargado, puede que uno de esos diligentes libertos, pero es curioso que se subiera este material tan fino y delicado tan arriba".

Palet, que ha realizado varias excavaciones en alta montaña -en el valle de Núria, en el del Fresser, en el alto Segre (parque natural del Cadí) y en Andorra (valle del Madriu)-, puntualiza que la arqueología de alta montaña es considerablemente más pobre que la de otras zonas. "Son restos humildes, aunque constituyen una parte muy interesante y desconocida del mundo antiguo y medieval". Las investigaciones en los valles de Núria y Coma de Vaca se enmarcan en el proyecto InterAmbAr, que realizan el ICAC y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) entre 2010 y 2012, un proyecto que se plantea analizar desde la perspectiva de la arqueología del paisaje la ocupación y explotación del territorio y las relaciones con el medio a través del tiempo. Es una investigación pluridisciplinar en la que intervienen la arqueología, la historia y la paleoecología. "La mayoría de lo que encontramos son estructuras en piedra seca relacionadas con la ganadería, la minería y el carboneo. Uno de nuestros objetivos es averiguar si existió la trashumancia en época romana".

La arqueología de alta montaña está abriendo campos inusitados, aparte de apuntar áreas de conflictos nuevos (con las estaciones de esquí, por ejemplo), aunque difícilmente aparecerán foros, villas o campamentos legionarios en esas cotas. La cabaña, cerca del refugio de Coma de Vaca, no es más que un recinto de unos 25 metros cuadrados de suelo de tierra apisonada y techo vegetal, posiblemente (no hay restos de tejas). Pero es, destacan entusiasmados Rodà y Palet, el sitio de ocupación romano más alto que se conoce en todo el mundo. "En los Alpes se instalaron en el fondo de los valles, más arriba de 1.400- 1.600 metros no se ha encontrado nada. En Andorra aparecen cercados ganaderos muy altos, pero no ocupación, hábitat". Los romanos explotaban en la alta montaña, entre otras cosas, la resina de pino negro, que servía para impermeabilizar el cuero y la madera, o de revestimiento hidráulico, y que generó una gran industria. Controlaron los pasos de montaña de los Pirineos y los Alpes -aunque se les coló algún elefante-. Pero en general la montaña no era su terreno.

La relación de los romanos, tan supersticiosos, con las montañas, resume Rodà, era de fascinación y miedo, un territorio inhóspito demasiado cerca de los dioses, donde se formaba intensas tormentas que eran la expresión de estos y circulaban seres con los que era mejor no cruzarse, como el dios Pan. "Los lugares altos se sacralizan y son lugares de culto o prohibidos". No existe aún el sentimiento que llevará tantos siglos después a los románticos a anhelar y visitar las cumbres, aunque eso no quiere decir que no hubiera una ocasional aproximación estética (distante), como la de Horacio ("¿Ves como el Soracte se alza blanco de espesa nieve?"). Y en cuanto a escaladas deportivas, nada, que sepamos.
Raquetas de nieve para las legiones

Militarmente, aunque la X Fretensis se las apañó bien para tomar Masada, con acantilados de 400 metros, y otras unidades se patearon ocasionalmente los montes Sarmatici (Cárpatos) o llegaron hasta los Taurus, no parece que las legiones dispusieran de tal cosa como tropas de montaña. Vegecio, por ejemplo, no las menciona. Encontrar cualquier referencia a lucha en montañas en la historia de Roma es difícil. Algunos de sus peores enemigos dominaban las alturas, como prueban Aníbal, Espartaco o los astures y cántabros. El tribuno Decius Mus fue decisivo en una batalla con los samnitas al tomar una montaña que permitió un movimiento envolvente. César derrotó a los helvecios en Bibracte (Monte Beuvray), a casi 900 metros. El águila perdida por Cornelius Fuscus al ser aniquilada toda la legión V Alaudae por los dacios en Tapae fue recuperada de una montaña. Y de Suetonius Paulinus sabemos que fue el primer general romano que cruzó los montes Atlas en Mauritania, experiencia por la que fue llamado para combatir a las tribus de montañeros en el actual Gales.

Huelga decir que los romanos no practicaban el esquí, aunque es posible que ocasionalmente emplearan algo parecido a las raquetas de nieve (véase Two planks and a passion, the dramatic history of skiing, de Roland Huntford, Continuum, 2008). Un tipo de calzado similar -cuyo uso entre los griegos está documentado en la Anábasis, de Jenofonte- fue empleado, según Arriano, por la legión VI Ferrata bajo el mando del cónsul Caius Bruttius en tiempos de Trajano, durante las guerras párticas, para atravesar los montes Taurus en Armenia a fin de alcanzar Tigranakert. Consistía en unas pieles que envolvían el pie dándole apariencia de patas de oso y permitían no hundirse en la nieve.

LATINITAS Opus Fundatum in Civitate Vaticana



dissabte, 1 d’octubre del 2011